Una meta mal definida se puede convertir en una fuente de insatisfacción e incluso, muchas veces, en una tortura. Dado que constantemente nos estamos auto evaluando, la angustia que puede generar una meta no cumplida, particularmente por estar mal concebida, es enorme.
¿Qué se puede entonces considerar para que al fijar objetivos para 2016 los podamos alcanzar con mayor probabilidad y que, a la vez, nos energicen y generen bienestar y felicidad?
1. Coherencia entre el mediano y el largo plazo. Así como las organizaciones definen objetivos para el año siguiente en coherencia con un marco de tiempo más amplio (una estrategia a 5 o más años), así mismo es bueno que consideremos en la definición de objetivos personales cuáles son nuestros propósitos/objetivos de largo plazo. Por ejemplo, si un objetivo de largo plazo para una familia o una persona fuese comprar un apartamento dentro de 5 años, bueno sería revisar si definir para 2016 el objetivo de viajar mucho o adquirir otros bienes de costo significativo es coherente con el de compra de apartamento.
2. Entender lo que implica buscar lo que queremos y lo que representa lograrlo. Definir objetivos pasa por entender previamente si lo que decimos que vamos a lograr es lo que queremos de verdad. A veces creemos que queremos algo porque lo hemos visto en otra parte, sin entender el verdadero significado de qué es lograrlo y tenerlo. Por ejemplo: decirnos que queremos tener un carro último modelo de gama alta, sin considerar que eso no sólo representa la necesidad de tener el dinero suficiente para adquirirlo sino también la existencia de costos más altos en mantenimiento, menos libertad para dejarlo en cualquier parte o más vulnerabilidad con las características de las vías de muchas ciudades en Colombia.
3. Alienación entre lo que buscamos y nuestras fortalezas y recursos. Es mucho más apropiado fijar objetivos en los que su búsqueda nos permita aplicar nuestras fortalezas. No hacerlo así nos puede llevar a la frustración, por no lograrlos cuando superan nuestras capacidades, o al aburrimiento, por ser muy simples.
4. Los objetivos deben ser “ecológicos” Es decir, no deben ir en detrimento de otras cosas importantes de nuestra vida. Si por ejemplo quisiéramos mejorar nuestra relación de pareja, o con un colega o un amigo, hasta ahí suena todo muy bien. Pero si eso llegase a implicar que deberíamos dejar de ver a otros amigos o restringir nuestra vida social, entonces vale la pena revisar si ese objetivo es realmente apropiado.
5. El planteamiento y búsqueda de objetivos es un tema de equilibrio en las facetas de nuestra vida. En relación con el equilibrio: ¿puede un carro caminar bien con dos llantas desinfladas?: ¡No! En la definición de objetivos bueno es cuidar el desarrollo integral de nuestra vida con equilibrio de facetas como la profesional, física, familiar, social, económica y espiritual. Y como pre-requisito, es apropiado tener la “maquinaria” funcionando bien: tener salud, energía y disposición para buscar lo que queremos.
6. Fijar un objetivo significa también renuncia. Para lograr un objetivo debemos enfocarnos y, en consecuencia, dejar de lado otras cosas por mucho que ellas nos gustasen. ¿Por qué? Porque no tenemos recursos ilimitados. Todo objetivo requiere al menos, en mayor o menor proporción, de tiempo y energía para su consecución.
7. Identificar lo que sí queremos. Las motivaciones para hacer algo pueden ser positivas o negativas. Por ejemplo: si definimos que queremos adelgazar porque debemos cumplir con un patrón social, es diferente a querer adelgazar porque nos gusta sentirnos bien. Cuando la motivación es positiva, la disposición a enfrentar los retos que implica lograr la meta es mucho mayor.
8. Un objetivo sin plan no pasa de ser un sueño. Bueno es esbozar en mayor o menor grado un plan de acción a seguir, que contemple recursos y acciones requeridas, plazos y formas de evaluar si lo estamos logrando. Un objetivo que se desagregue en pequeñas metas volantes, que nos permita por ende obtener victorias tempranas, tiene mucha más garantía de ser alcanzado.
9. De grano en grano llena la gallina el buche… esto significa que, a pesar de fijar metas volantes, debemos tener claro que en ocasiones los resultados se ven con el tiempo. Si por ejemplo, decidimos que queremos ser alguien conocedor en historia de Colombia o muy bueno en una determinada profesión u oficio, bueno podría ser el optar por leer “tan sólo 5 páginas diarias” (lo cual sólo nos toma cerca de 10 minutos al día), para que al cabo de un año hubiésemos leído 1825 páginas, lo que equivale a por lo menos 6 libros anuales.
10. Aprender a decir que NO durante la búsqueda. Es sencillo de ver así: si tenemos sólo 4 días de vacaciones en esta temporada y de verdad queremos ir esos 4 días de vacaciones para el Caribe, entonces no podremos ir a nuestros llanos orientales.
Mi deseo para ustedes de un año 2016 lleno de resultados y, sobre todo, de salud y felicidad. Como lo dice Jorge Celedón en su canción: Dios dame vida y salud que lo demás lo resuelvo yo.