En el artículo Factores que inciden en los niveles de Felicidad que publiqué el pasado septiembre, mencioné que la felicidad depende en un 50% de factores genéticos.
Como consecuencia de ello, varias personas me han instado a darle algo más de profundidad a esta afirmación. Algunas movidas por su sorpresa y algunas otras, con cierto nivel de escepticismo, movidas por su necesidad de manifestar expresamente su negación a aceptar este resultado a través de comentarios como los siguientes: «No puedo creer que mi felicidad esté determinada en un 50% por un factor como el genético sobre el cual no puedo hacer absolutamente nada» «¡Tengo plena seguridad de que la actitud, la disciplina y el esfuerzo logran lo imposible, por encima de la genética!» «¡Que la mitad de mi nivel de felicidad esté determinado por factores genéticos es mucho!»
Al respecto quiero compartir algunos elementos complementarios para dar mayor claridad.
- Para ser felices no necesitamos tener una vida perfecta, ni algo cercano a ello tan siquiera. Este primer elemento lo despliego a través del planteamiento de una analogía que, de hecho, he utilizado en otros escenarios.¿Ha jugado bolos alguna vez en su vida? Puede ser que usted sepa que en los bolos el puntaje perfecto para una línea de juego es de 300 puntos, que equivale a que en cada uno de los 10 turnos de lanzamiento que tienen un competidor, se derriben los 10 pines en el primer intento de cada turno.Ahora bien, ¿Cuánto considera qué es el puntaje promedio de un excelente jugador de bolos? ¿300, 285, 250, 240? Pues no es así. Si observamos los resultados del Campeonato Mundial WTBA 2013, en las modalidades de sencillos masculino y femenino, los puntajes del primero y segundo puesto fueron 228 y 192 para hombres y 224 y 182 para damas.Como notarán, el puntaje de los campeones del mundo, es decir, ¡de los mejores del mundo! entre 7.000 millones de personas en el planeta, equivale al 74% del puntaje máximo posible que es el de una línea perfecta. Esto permite interpretar que, desde los campeones del mundo hacia abajo hay miles de jugadores muy buenos, que ganan torneos de diferente índole obteniendo menores puntajes, equivalentes a menos del 60% o 50% de la línea perfecta, y a pesar de ello se sienten satisfechos y felices. Pues bien, algo similar sucede con los niveles de felicidad, con la diferencia de que estos no tienen un puntaje máximo, como el de la línea perfecta en bolos, sino que dependen de cada quien de acuerdo con sus circunstancias y características.
- El hecho de que los factores genéticos sean inmodificables, eso no significa que no se puedan mejorar los niveles de felicidad. Podemos aprender y entrenarnos para incrementar nuestros niveles de felicidad, a pesar de tener un valor referencia dado por factores genéticos.Si bien es cierto que así como nacemos con un color determinado de ojos, o tenemos una estatura heredable en 90%, de la misma forma nacemos con un nivel de referencia de felicidad. Sin embargo, la activación de la carga genética es muy dependiente de la presencia de factores comportamentales y medioambientales. Una persona que, por ejemplo, tenga una carga genética que le predispone para sufrir un ataque cardiaco, no necesariamente tendrá que sufrirlo. Su prevalencia, en este caso, estará muy influenciada por sus hábitos alimenticios y de ejercicio y por su mentalidad. Esto no es otra cosa que la posibilidad que tenemos de gestionar nuestras actividades deliberadas y nuestra forma de pensar que, como ya lo mencioné en anterior artículo, tienen una injerencia de 40% sobre nuestros niveles de felicidad.